Europeizar el espacio electoral con el establecimiento de listas transnacionales
El pasado 2 de febrero se celebró un debate sobre “La Lista Trasnacional Europea: un paso más para la Europa federal” organizado por UEF Madrid. Un tema de actualidad porque es una de las salidas que se quieren dar para los escaños que el Reino Unido dejará libres en el Parlamento Europeo. Esto no es nuevo y es algo que los federalistas europeos venimos defendiendo desde hace mucho tiempo. En el debate los participantes coincidieron en la necesidad de europeizar el espacio electoral con el establecimiento de listas transnacionales.
El debate contó con la participación de Luis Yáñez-Barnuevo histórico socialista, presidente del Consejo Andaluz del Movimiento Europeo y que fue miembro del Parlamento Europeo de 2004 a 2014; Enrique Calvet Chambón, eurodiputado de ALDE, socio de UEF Madrid y miembro del Comité Federal de la Unión de Federalistas Europeos; y Victoria Rodríguez Prieto, vocal del Consejo de UEF Madrid y profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad Antonio de Nebrija. Un acto que estuvo moderado por el vicepresidente de UEF Madrid Damián Macías.
Los tres invitados coincidieron en la gran oportunidad que ha supuesto la salida del Reino Unido para el relanzamiento europeo, ya que fuerzas tan poderosas como el presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, el líder socialista alemán Martin Schulz, o el presidente de la República Francesa Emmanuel Macron apoyan decididamente por europeizar el espacio electoral con el establecimiento de listas transnacionales que miren al electorado europeo como un todo y no como la suma de las partes.
La profesora Rodríguez Prieto explicó que la comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento Europeo aprobó hace unos días por amplia mayoría (21 votos a favor, 4 en contra) un informe para repartir los 73 escaños que quedarán libres tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea. En primer lugar, se reduciría el tamaño de la cámara a 705 miembros como solicita el Partido Popular Europeo, si bien podrían recuperarse en caso de futuras ampliaciones de la UE, así como para representar a una hipotética circunscripción electoral transnacional. Los 27 restantes se repartirían entre los Estados miembros que están desfavorecidos respecto a su peso poblacional.
España y Francia serían las principales beneficiadas en este reparto pues ambas aumentarían en cinco diputados su presencia en la Eurocámara, tres serían para Italia, otras tres para Holanda, dos serían para Irlanda, mientras que, Croacia, Finlandia, Eslovaquia, Estonia, Dinamarca, Suecia, Austria, Polonia y Rumanía recibirían un escaño adicional cada uno.
27 de los escaños libres, si la Eurocámara y el Consejo de la Unión Europea lo aprueban finalmente, serían elegidos por el conjunto del pueblo europeo a través de listas transnacionales presentadas por los partidos continentales. Para llevar a cabo estas listas transnacionales, se plantea crear una circunscripción única europea, con candidatos de varios Estados miembros a los que puedan votar todos los ciudadanos comunitarios. De esta forma, los ciudadanos tendrían la oportunidad de votar a partidos europeos o coaliciones de partidos europeos que presenten programas electorales dirigidos a todos los ciudadanos europeos y centrados en la mejora de las políticas de la Unión Europea por encima de la visión particular desde cada Estado miembro.
Por su parte, Enrique Calvet explicó que, en el caso de España, el votante se encontraría el día de las elecciones con dos papeletas: una con 59 nombres propuestos por los partidos nacionales, y otra lista de 27 candidatos de distintas nacionalidades y propuesta por los partidos europeos, en los que se integran los primeros (Partido Popular Europeo, Partido de los Socialistas Europeos, Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, etc.). Se perseguiría con ello incrementar el interés de la ciudadanía por las instituciones comunitarias, reforzar el papel de la Eurocámara en las decisiones europeas y permitir distanciarse de planteamientos secesionistas como los nacionalismos fragmentarios existentes en estos momentos.
Luis Yáñez recordó que, a principios de los años 80, Felipe González, entonces presidente del Gobierno español, fue pionero en incluir candidatos de otros Estados miembros en las listas electorales. El expresidente propuso entonces incluir en las listas electorales a las elecciones generales del año 1982 a Emma Bonino, política italiana del Partido Radical Transnacional. Con ello quería ahondar en el concepto de “ciudadanía europea” pero su propuesta encontró mucha resistencia entre otros miembros directivos del partido y finalmente no se llevó a cabo aun siendo totalmente legal desde el principio de nuestra democracia iniciada en el año 1978.
Para él, las listas transnacionales serán muy importantes porque, aunque los miembros del actual Parlamento Europeo deben defender los intereses generales de la Unión Europea y no solamente los del Estado miembro en el que han sido elegidos, los parlamentarios de las listas transnacionales serían elegidos por el Demos europeo en su conjunto. Esto que supondría una innovación a la hora de generar un debate político continental que podría contribuir a limitar la tendencia a convertir las elecciones europeas en 28 elecciones nacionales. Además, la elaboración de estas listas podría reforzar a los partidos políticos europeos, hoy meras coaliciones de partidos nacionales.
El moderador mostró su preocupación por las reticencias mostradas por algunos miembros del Partido Popular Europeo para instaurarlas en las elecciones al Parlamento Europeo de 2019. Los tres ponentes coincidieron en señalar al respecto que todo dependería de la voluntad que tengan las familias políticas europeas en modificar la actual ley electoral y superar la llamada “profunda revisión” que defienden algunos conservadores de la Eurocámara.
Además, los tres explicaron que estas listas transnacionales estarían normalmente encabezadas por el candidato a presidir la Comisión por parte de la familia política en cuestión, seguido de los otros 26 nombres. Estas listas deberían respetar el equilibrio de género, y los candidatos proceder de, al menos, de un tercio de los estados miembros. Así, el Consejo Europeo deberá proponer a la Eurocámara uno de los cabezas de lista transnacional, en función del resultado electoral y de los apoyos parlamentarios, reforzando la obligación del Consejo de tener en cuenta los resultados de las elecciones europeas a la hora de proponer un candidato a presidir la Comisión.
Autor:
Jorge Juan Morante es politólogo y experto en Comunicación Política. Es miembro de UEF Madrid desde 2013. Ha sido vocal de Comunicación (2014-2015) y secretario de UEF Madrid (2016-2018). Desde octubre de 2018 es presidente de UEF Madrid.
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