Manifiesto fundacional de la Unión de Europeístas y Federalistas de Madrid con motivo del Día de Europa
“La puesta en común de las producciones de carbón y de acero garantizará inmediatamente la creación de bases comunes de desarrollo económico, primera etapa de la Federación Europea, y cambiará el destino de esas regiones, que durante tanto tiempo se han dedicado a la fabricación de armas, de las que ellas mismas han sido las primeras víctimas.”
Robert Schuman (Declaración de 9 de mayo de 1950, origen del Día de Europa)
En momentos en que la escasez remueve los peores fantasmas que residen en los europeos y éstos vuelven a pensarse como alemanes, ingleses o españoles, nos jugamos el futuro de lo que somos y queremos ser como pueblo. Tras el peor conflicto bélico conocido por el hombre, los líderes europeos se estrecharon la mano hace sesenta y tres años, con las palabras puestas en el presente y los sueños en el futuro. Con el paso del tiempo las palabras se cristalizaron en realidades, pero el sueño europeo quedó adormecido en los laureles de la prosperidad.
Los tiempos de crisis miden la grandeza de los pueblos y sus gobernantes, y éste sin duda medirá el nuestro como europeos. Sumidos en la mayor crisis económica y política de los últimos cuarenta años, debemos ser conscientes de que toda crisis es una oportunidad de la que salir fortalecidos. Los europeos empiezan a darse cuenta de que no pueden ser indiferentes entre sí, de que no pueden ignorar lo que pasa allende sus fronteras, de que la Unión, en resumen, es más que la suma de las partes que la componen. Este es el principal y verdadero desafío que afronta nuestro tiempo europeo. Obviarlo supondría caer en la irrelevancia y deshacer el papel central que ha ocupado históricamente Europa en el mundo, como cuna de la democracia y de los Derechos Humanos, como casa de las artes y de las ciencias desde la época clásica, como representante del desarrollo económico y del bienestar social conjugados.
El 9 de mayo celebramos la Declaración Schuman, que en tal día como hoy fue entregada por Robert Schuman al gobierno alemán como piedra fundacional de un embrión que, partiendo del carbón y del acero, tendría como misión la unión política y económica de los diferentes pueblos de Europa. Por ello, días como hoy deberían recordarnos que los problemas que afrontamos cotidianamente no son sólo griegos, portugueses, españoles, franceses o alemanes, sino primordialmente europeos, y que la única salida de futuro para los diferentes pueblos de Europa es abogar por una solución común. En resumen, apostar por más Europa, pero no como lema utópico, sino como solución política de futuro.
Además, si Europa pretende salir del atolladero convertida en un selecto club de élites en el cual los ciudadanos son marginados de las decisiones políticas, estará cavando la tumba de su legitimidad. Si algo destaca en este proyecto es su compromiso inequívoco con los Derechos Humanos, la paz y la democracia. Era ése el sueño que inspiró las palabras de Schuman, y las actuaciones de otros padres europeos, pasados y recientes, al desear que algún día existiera una Federación Europea que pertenezca a sus ciudadanos de la mejor forma posible.
Como federalistas convencidos invitamos a los ciudadanos europeos a que tomen la palabra en el nombre de la democracia en una Europa unida en la diversidad y reclamen pasos determinantes en el proyecto hacia una verdadera Federación Europea basada en la solidaridad territorial.
Por todo lo antedicho, la Unión de Europeístas y Federalistas de Madrid (UEF Madrid), cuyos principios políticos figuran en el siguiente manifiesto, expresa:
- La necesidad de dar un salto adelante en la construcción europea mediante la adopción de estructuras políticas acordes con el ideal de una Federación Europea propuesta por la Declaración Schuman de 9 de mayo de 1950 para lo cual será preciso convocar una Convención que elabore una Constitución.
- Que esto se haga teniendo en cuenta a los ciudadanos europeos, esto es, permitiendo que voten en unas elecciones en las que elijan directamente a sus representantes. Este es el punto central en el objetivo de crear una Europa Federal, en la cual los poderes europeos se conjuguen con las instancias nacionales en un reparto de competencias que incluya a las diferentes instancias de soberanía a nivel territorial.
- Que la representación política se canalice mediante la creación de un Gobierno Europeo encabezado por un Presidente, que responda ante el pueblo y las instituciones europeas tras ser elegido directa y democráticamente. Este Presidente presidirá conjuntamente el Consejo Europeo y la Comisión, y nombrará el Colegio de Comisarios.
- Que el Parlamento Europeo tenga iniciativa legislativa y efectivo control sobre el Gobierno Europeo, a través de la moción de censura y otros mecanismos. Que se mejoren los cauces de diálogo de los Parlamentos de los diversos Estados Miembros con el Parlamento Europeo, creando vasos comunicantes de soberanía que eleven los diversos problemas nacionales al nivel europeo.
- El abandono de la regla de la unanimidad allí donde subsista, siendo sustituida por reglas mayoritarias que faciliten la eficacia del proceso de toma de decisiones.
- La adopción de estructuras de ordenación económica que acompañen la construcción política de una Europa federal, a empezar por la Unión Fiscal, la Unión Bancaria y la progresiva discusión sobre la creación de Eurobonos y un Tesoro Federal Europeo con competencias ampliadas.
- La recuperación de las políticas activas de solidaridad como fundamento de cohesión interterritorial y piedra angular de la política económica de la UE, sustituyendo por tanto a las políticas de austeridad que han predominado en los últimos años.
- La progresiva transferencia de competencias en materia de política exterior de los gobiernos nacionales al Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), como representante de la UE en el Exterior.
Si sientes Europa como nosotros la sentimos, si crees en una Europa democrática, unida en la solidaridad como nosotros, desde la UEF Madrid te animamos a que hagas que este 9 de mayo sea recordado como el día en que los europeos dimos un paso hacia delante y renovamos nuestro compromiso por no dejar a ninguno de nuestros hermanos europeos atrás. Sabemos que lo que proponemos puede parecer difícil de alcanzar en este momento… pero es lo que nos empuja a luchar por nuestro futuro como ciudadanos europeos. Sólo así podremos legar a nuestros hijos el testigo de una Europa democrática, unida, solidaria y sostenible.
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