La cuestión de género vista desde una mirada europea (II)
Segunda parte del artículo de nuestro compañero Íñigo Cruz, exvicepresidente de UEF Madrid, publicado originalmente en coencuentros.es, podéis leer la primera parte pinchando aquí.
Predicar con el ejemplo
Vale, hasta aquí les he torturado con leyes y tratados pero, como somos de naturaleza crítica, estarán pensado: “Muy bonito, pero ¿cumplen? Bueno, se esfuerzan en conseguirlo. Vayan varias ejemplos, ya que si por algo destacan las instituciones y, más concretamente, el Parlamento Europeo (recordemos, institución cuyos miembros, los euro-diputados, son elegidos directamente por todos los ciudadanos), es por ser tribuna de debate donde la igualdad de derechos y los temas de género ocupan un lugar preeminente. Podemos citar que en la sección de estudios del Parlamento, de un total de 7100 entradas, 320 son para temas de género e igualdad frente a 420 de agricultura (como dato diremos que entorno al 35% del presupuesto de la UE se gasta en asuntos agrícolas)[1]. Y, por si fuera poco, desde las instituciones llegan castigos ejemplares. El último, la sanción al eurodiputado Janusz Korwin-Mikke, quien afirmo en la cámara: “las mujeres deberían ganar menos pues son más débiles, pequeñas y menos inteligentes”[iii] . El revuelo no tardó en llegar y, con él, una dolorosa multa[iv] de unos cuantos miles de euros por ir contra un principio fundamental europeo, el de igualdad, al cual está supeditado el de libre expresión (y no al revés, es decir, uno puede decir lo que quiera pero sin atacar los derechos fundamentales ajenos).
Y los principios se hicieron acción política
En el plano más político de la acción, hubo altibajos. Si en las Comisiones de los últimos años la presencia de mujeres comisario fue en aumento, podemos citar los problemas que tuvo el ahora Presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker[v], cuando tuvo que distribuir las carteras de comisarios en el verano de 2014. Su intención era crear una Comisión (un gobierno europeo, para entendernos) con fuerte mensaje político para los ciudadanos y cuál sería la sorpresa cuando los estados miembros (los gobiernos nacionales) mandaron entre sus respectivos candidatos un total de ¡3 mujeres de los 28! El cabreo por Bruselas fue memorable y, tras muchos esfuerzos, se logró que fueran 9 las comisarias ocupando varias vicepresidencias y destacando la figura de la alta representante (ministra de asuntos exteriores para entendernos), la italiana Federica Mogherini, convertida por su buen hacer en todo un ejemplo y referente mundial en la política exterior[vi].
En el plano de la acción, podríamos empezar por los informe país sobre políticas de género, donde se reparten collejas o loas sin miramientos y siempre en base al progreso que haya hecho el estado examinado en cuestión. Aquí les dejo el último de España, por si quieren curiosear.
Centros de referencia: Una parte importante para poder triunfar en la aplicación de unas políticas de género efectivas es contar con las herramientas adecuadas, como pueden serlo instituciones de referencia que ayuden en la mejora de las acciones. En particular, conviene mencionar al Instituto Europeo de Igualdad de Género que, desde su creación en 2007, ha ganado relevancia como centro de referencia en todo lo que tenga que ver con género: cifras, estudios, buenas prácticas, sensibilización social.
Junto con el EIGE, desde la UE se han puesto en marcha estrategias globales de género que incluyen:
- Mayor participación de la mujer en el mercado laboral.
- Igualdad salarial entre hombres y mujeres y, en particular, atacando la pobreza entre mujeres.
- Promover la igualdad en la toma de decisiones.
- Combatir la violencia de género y proteger a las víctimas.
- Promover la igualdad de género y los derechos de la mujer en todo el mundo.
Lo cual suena muy bien pero, ¿y si nos centramos en algunos ámbitos concretos?
Deporte[vii] y Educación. Empecemos por algo conocido, ¿qué hay más aceptado como tradicionalmente masculino que el deporte rey? Pensándolo bien, tal vez deberíamos empezar por ahí para derribar el cliché, algo que aún queda lejos. Tomando las cifras europeas de federados, tenemos que son 5,4 millones de hombres federados en Alemania frente a 0,8 millones de mujeres pero, si piensan que la cosa pinta mal, en Inglaterra tenemos 1,3 millones de hombres frente a 98.000 mujeres federadas, y en Francia 1,7 millones frente a 49.000 mujeres. Cifras que delatan una total falta de equilibrio. Los órganos de presentación deportiva no van mucho mejor, con unos comités olímpicos nacionales claramente desequilibrados (solo el 4% son presidentas, o un 15% de los altos órganos directivos).
Cuando miramos las federaciones deportivas nacionales, la cosa mejora ligeramente en algunos casos (ver gráfica), para países como Suecia, donde alcanza la franja de paridad (40-60%) con una presencia femenina del 43% , a la que seguiría Holanda con algo más de un 20% y en claro contraste con Polonia, con un 3%, y el promedio UE, del 14%.
Lejos de querer caer en el desánimo, desde las instituciones europeas se están persiguiendo nuevas políticas que fomenten la presencia de la mujer en todos los aspectos del deporte, no sólo como jugadoras. Piénsese si no, en el papel de los entrenadores y ¿entrenadores? ¿En cuántos deportes, a los equipos femeninos, no es un hombre quien entrena a las jugadoras? Rara vez es al revés. También esta área está abierta a aprender de las buenas prácticas. En el caso de Finlandia, su 3ª posición viene motivada por una política expresa para dar mayor presencia a las mujeres en los órganos federativos desde los años 90. Igual que el Reino Unido.
Además, esto se complementa con programas europeos como ERASMUS +. ¡Exacto, ahora incluye deporte! Y líneas de actuación con financiación completa para ayudar a aquellos sectores de la sociedad que pudieran verse desprotegidos o en riesgo de exclusión de las oportunidades que el programa puede aportar.
Y ya que lo mencionamos, seguimos con Erasmus +, esta vez para universitarios (el erasmus de toda la vida), donde llama también poderosamente la atención que es uno de los pocos ámbitos donde se invierten las tornas y son las mujeres las que tienen una presencia netamente dominante, pues la participación femenina supera el 60%, lo que no hace sino dejar más en evidencia que algo falla cuando en el mercado laboral son los hombres los que tienen una mayor representación. El nivel de ocupación (media europea en 2015) en la franja 20-64 años es del 75.9% frente al 64.3% de las mujeres. La buena noticia es que hace 10 años estaba en 60%.
Género – Medio Ambiente – Cooperación al Desarrollo. ¿Qué tienen que ver las tres?, se estarán preguntando. Sencillo, las tres están interconectadas, como veremos.
En muchos países en vías de desarrollo, la mujer desempeña un papel crítico en el sustento familiar, lo que incluye conseguir los recursos para ello. De ahí la importancia de comportamientos sostenibles (piénsese en la deforestación de un bosque si su madera es usada para el fuego del hogar de continuo), pues la mujer suele tener un papel de liderazgo y gran conocimiento a nivel local y, además, un mayor grado de sensibilidad para asuntos de medioambiente. El incluirla en el planteamiento y ejecución de políticas y acciones de protección contra el cambio climático se convierte en elemento indispensable de la acción resultando válido fuera y dentro del ámbito europeo.
Vale, hemos conectado género y medioambiente, ¿y la cooperación? En calidad de mayor donante de ayuda a la cooperación, la UE tiene una gran baza para orientar positivamente a los países receptores de la ayuda en la inclusión de las políticas de género. El medioambiente es un área de efecto inmediato pero que sirve de entrada al resto de ámbitos de la sociedad donde la mujer está infrarrepresentada, y sin olvidar que mucho de lo que hacemos en Europa a nivel interno en políticas de integración es copiado por otros países que a veces parecen creer en las bondades de nuestros avances más que nosotros mismos.
No siempre salen las cosas bien: Por otro lado, conviene también hacer un poco de autocrítica, pues sangrantes evidencias como una brecha salarial del 16% promedio en la UE entre hombres y mujeres, nos recuerdan que aún queda mucho trabajo desde el lado europeo. Debemos aprender de estrategias de fallidas para no repetir errores, como el infame video de la campaña “la ciencia es cosa de chicas”, donde en un intento de fomentar la carrera científica en chicas de 13 a 17 años, se mostraban unas imágenes donde se mezclaban los tacones, el maquillaje y una estética de videoclip de dudoso gusto. Tras la polémica, el video fue retirado y la campaña ha seguido su curso, ya exenta de polémica, promoviendo la carrera científica entre las jóvenes estudiantes. Recordemos que el 75% de los estudiantes de carreras técnicas y científicas son hombres.
Europa, las políticas de género y su bolsillo. Como europeísta de palabra, aquí va lo que les comentaba al principio, resulta que según los últimos estudios, la igualdad aporta riqueza para todos. En un escenario no muy halagüeño de una Europa muy envejecida para el año 2050, con la consiguiente pérdida de trabajadores y sobrecoste al sistema sanitario y de seguridad social, las proyecciones muestran[viii] que si hubiera una verdadera igualdad (es decir, igual salario y participación plena en el mercado laboral para hombres y mujeres) la economía europea podría mejorar entre un 6,1 al 9.6% del PIB . vamos 1,95 a 3,15 billones de euros más , con lo que con lleva para pensiones, sistemas de salud y otros.
Ciertamente, la perspectiva europea de género es amplia y variada. Vemos que está presente en muchos más ámbitos de los que hubiéramos podido pensar y que el camino a recorrer hasta poder hablar de una verdadera igualdad es largo, pero no por ello debemos ignorar todos nuestros avances como Unión y las ventajas que nos ofrece, precisamente, ser parte de un proyecto cuyo pilar fundamental son sus ciudadanos.
[iii] Si no se lo creen aquí pueden verlo.
[iv] Se pidió su cese o dimisión pero recordemos que son los estados de los eurodiputados los que ponen reglas en cuanto a la forma de elegirlos y sustituirlos una vez elegidos.
[v] Si alguno quiere saber más sobre él, aquí va una pequeña guía para principiantes.
[vi] Debo confesarlo, quien esto escribe declara su admiración por el trabajo de la alta representante.
[vii] Las cifras que aquí se citan han sido extraídas de los informes disponibles en la web del EIGE.
[viii] En este artículo tienen más datos.
Iñigo Cruz ha sido miembro de UEF Madrid. Actualmente es funcionario de la Comisión Europea.
Twitter: @yasemoseuropeos
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