¿Qué es el Federalismo Global?
Artículo de Jorge Juan Morante publicado originalmente en Ciudadano Morante.
A) Teoría del Federalismo Global
Los problemas Transnacionales, junto con la globalización de la economía, implican a numerosos actores y no es posible que sean resueltos desde los Estados-Nación, haciendo necesaria una Federación global, una federación dónde los Estados-Nación no desaparecerían sino que reformularían su papel cooperando no sólo con otros Estados-Nación sino con los diferentes niveles de gobierno.
Stiglitz considera que no es posible convivir con la globalización económica si no se gestiona mejor y que para ello hay que pensar y actuar de una forma más global. (Stiglitz: 2006: pp.349).
Según Dani Rodrik nos encontraríamos tres opciones y de ellas sólo son elegibles dos de ellas: Globalización, Estado-Nación y Democracia, ya que, en cada elección, habría que descartar una de ellas. El propio Rodrik considera que la mejor forma de globalización política sería un federalismo global, donde los gobiernos nacionales no desaparecerían aunque perderían bastante poder y aunque pone como ejemplo la Unión Europea dice que está muy lejos de conseguirse pero considera compatibles una legislación global con las democracias nacionales. (Rodrik: 2012: pp: 219-224)
Un federalismo global implica una Unidad en la diversidad, el equilibrio entre la diversidad y el conjunto, no se puede concebir a la sociedad como un ente homogéneo donde no cabe la multiculturalidad con lo que a nivel global también es posible. Supondría la existencia de una organización global, anticentralista y la superación de los estados-nación que se mantendrían pero dentro de su respectivo nivel de toma de decisiones en la gobernanza.
El federalismo global conllevaría la sustitución de “la concentración de poderes” por una dispersión del Poder (Constantinesco: 1989: p. 129), que conllevaría redistribuir las competencias de los Estados-Nación entre los diferentes niveles de gobierno, desde unos límites a la descentralización: el principio de Autonomía (Autoafirmación, Autodefinición, autoorganización y autogestión) y el Principio de Participación, colectividades que participan en la toma de decisiones a través del poder legislativo o del ejecutivo.
B) El ejemplo de la Unión Europea
Después de la II Guerra Mundial, seis países europeos tomaron conciencia de que la superación de sus rivalidades pasaba por una mayor cooperación, porque iban a generar mayor desarrollo y beneficio cooperando que luchando y compitiendo entre sí.
Este proyecto de cooperación internacional empezó siendo una Comunidad del Carbón y del Acero (CECA) pero con unas instituciones supranacionales: una Alta Autoridad, una Asamblea Parlamentaria, un Consejo de Ministros y el Tribunal de Justicia.
Luego, a medida que esta cooperación fue ampliándose a otros campos (Energía Nuclear, Económica, Unión Aduanera, Mercado Único,…), también fueron evolucionando sus instituciones supranacionales y aumentando sus Estados miembros aproximándose cada vez más hacia un sistema federal supranacional:
- La Alta Autoridad es hoy la Comisión Europea que cada vez más se asemeja más a un ejecutivo federal.
- La Asamblea Parlamentaria es hoy un Parlamento Europeo que es colegislador en casi todas las políticas europeas, con competencias de control sobre la Comisión, y que es elegido por todos los ciudadanos europeos en sufragio universal libre y directo.
- El Consejo de Ministros es hoy el Consejo de la Unión Europea y ya no es aquella institución cerrada que tomaba la mayoría de decisiones por unanimidad y de espaldas a la ciudadanía, sino que se asemeja más a un Senado Federal más transparente, que adopta la mayoría de decisiones por mayoría cualificada y que tiene que llegar a acuerdos con el Parlamento Europeo en la mayoría de políticas europeas.
- El Tribunal de Justicia de la Unión Europea es quien interpreta los Tratados y dirime los conflictos que puedan surgir.
Pero la mayor muestra de que el Federalismo Global es posible es que, en la Unión Europea, cada vez son más países los que quieren formar parte de este ente supranacional basado en los principios de solidaridad, cooperación y democracia y donde los Estados-Nación se encuentran unidos en la diversidad. Con la excepción del Reino Unido, el único país que decidió salir.
C) Conclusión
En conclusión la mejor forma de equilibrar la política y la economía en el momento actual es un federalismo global que respete la diversidad cultural del mundo y permita a los Estados encontrar un nuevo papel dentro del mundo
D) Bibliografía
Constantinesco, V. (1989), Aspectos jurídico-políticos del federalismo en Díaz-Carrera, C. (Dir.) Federalismo Global, Unión Editorial, Madrid, pp 127-134.
Díaz-Cayeros, A. (1998), Globalización y Federalismo, Tercer Congreso de Economía y Derecho. ITAM. 30 de octubre de 1998.
Palomares Lerma, G. (2006), Relaciones Internacionales en el s.XXI, Editorial Tecnos, Madrid.
Pueyo Losa, J. y Brito, W. (Dirs.) (2012), La gobernanza de los mares y océanos : nuevas realidades, nuevos desafíos, Scientia Jurídica Andavira Editora, Santiago de Compostela.
Rodrik, D. (2012), El trilema político de la economía mundial y ¿Es viable un gobierno global? ¿Es deseable? en La paradoja de la globalización Democracia y futuro de la economía mundial, Antoni Bosch,
Barcelona, pp. 203-251.
Stiglitz, J. E. (2006), Cómo hacer que funcione la Globalización, Taurus, Madrid.
Valverde, J.L. (1989), Introducción al Federalismo Global, en Díaz-Carrera, C. (Dir.) Federalismo Global, Unión Editorial, Madrid, pp 17-38.
Autor:
Jorge Juan Morante es politólogo y experto en Comunicación Política. Es miembro de UEF Madrid desde 2013. Ha sido vocal de Comunicación (2014-2015) y secretario de UEF Madrid (2016-2018). Desde octubre de 2018 es presidente de UEF Madrid.
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